Texto y fotos por Karina Aliaga

La cancha de Gimnasia se veía bajita, al interior de una cuadra grande. Empecé a fotografiar los murales. Mucho azul. El 22. El Diego. Un montón de referencias que no entendía y mi amigo tampoco, porque no es ni de La Plata de nacimiento, ni futbolero de formación. Pero busquilla y curiosx como una, se encargó de relatar como comentarista de fútbol en off toda la descripción que aparecía en wikipedia sobre el equipo, mientras yo hacía esas fotos emocionada. Nos enteramos de un montón de cosas, como que Ramón Falcón fue un socio fundador (Viva Simón! y abajo el fascismo en el fútbol!). También supimos que el 22 era porque es el número de El Loco en la quiniela de los sueños y en el tarot, y entonces ahí se identifica al Loco Fierro, barrista local con historia de Robin Hood y a quien se le homenajea en la barra.

Acá aprendí lo de intentarlo siempre
porque el no, ya lo tenés.

Seguimos rodeando el estadio, hasta que encontré una puerta semiabierta. Entré para ver si podía sacar una foto de la cancha. Me echaron al toque unos albañiles que estaban trabajando. Que estaba cerrado, que la pandemia, que saliera de ahí. Todo bien, era una posibilidad. Acá siempre aprendí lo de intentarlo porque “el no ya lo tenés”. Así que seguimos por la última cuadra y encontramos otra puerta, más oficial y grande. Me acerqué al portero y le pregunté si podía pasar a hacer unas fotos. Me dijo que estaba cerrado, que la pandemia, que saliera de ahí. Entonces insistí y le dije que quería llevarme unas fotos a Chile, que teníamos un proyecto de revista de futbol y solo quería una vista general. Titubeó, y pensó que podía pasar 1 minuto rapido y sin que nadie me viera. Me tomó la temperatura que no funcionaba, hasta que marcó los 32º grados y le sirvió para que pasara. Fui corriendo, hice unas fotos desde una esquina, todo por fuera de la cancha y volví. Me dijo que era muy literal con lo de la rapidez y nos reímos. Entonces empezamos a hablar y comentó que no era portero, sino camillero del equipo y que si lo bancaba unos minutos más, medio escondida, podía hacer que pasara adentro de la cancha y le hiciera unas fotos a los murales que hicieron del Diego en dos lugares, por si me interesaba eso.